lunes, 18 de marzo de 2013

Hipotiroidismo y nutrición


Breve reseña sobre las causas, síntomas y tratamiento del hipotiroidismo


El hipotiroidismo es una enfermedad de reciente descubrimiento médico. Si bien la glándula tiroides se conoce desde 1543, recién en 1883 se comenzó a dilucidar parte de su importancia en el funcionamiento del organismo. Sucedió que a personas a quienes se les extirpaban bocios (tumoraciones debidas al crecimiento desmedido de la glándula tiroides) sufrían una serie de alteraciones corporales. A la patología asociada a la extirpación de gran parte o la totalidad de la glándula endócrina tiroides se llamo hipotiroidismo.

Hasta aquí una breve reseña histórica de los eventos que llevaron al descubrimiento del hipotiroidismo. Para entender la naturaleza de esta enfermedad (causas y sintomatología) es preciso definir primeramente ciertos conceptos esenciales.

La tiroides es una glándula endócrina. Cabría entonces aclarar algo más sobre este concepto.Las glándulas son pequeños órganos situados en distintas lugares del cuerpo que constituyen una parte esencial del sistema endócrino. Su función es secretar sustancias denominadas hormonas que se liberan al torrente sanguíneo (de ahí el término endócrino) y regulan funciones corporales diversas.

La tiroides se encuentra debajo de la nuez de Adán, junto al cartílago tiroides y sobre la tráquea. La principal función de esta glándula endócrina es la producción de las hormonas tiroideas Tiroxina y Triyodotironina. Dichas hormonas, a su vez, controlan el metabolismo, afectan la frecuencia cardíaca, el nivel de colesterol, el peso corporal, el nivel de energía, la fuerza muscular, las condiciones de la piel, la regularidad menstrual, la memoria y demás funciones.

El hipotiroidismo es una alteración de la tiroides que ocasiona una disminución de la producción de hormonas tiroideas. Las causas más frecuentes son:

·      -  Tiroiditis de Hashimoto
·       - Cirugía tiroidea o tratamiento con radioyodo
·       - 1 de 4000 niños nacen sin glándula tiroides (hipotiroidismo congénito)
-Dieta deficiente en yodo (100 millones de personas en todo el mundo) 


Los signos y síntomas más frecuentes de hipotiroidismo incluyen: piel fría, seca, áspera y rugosa, frecuentemente con aparición de un color amarillento debido a la acumulación de carotenos, debilidad, letargo, somnolencia, hinchazón de los párpados, intolerancia al frío, disminución de la memoria, constipación, aumento de peso, caída del cabello, disfonía, nerviosismo, alteraciones en los ciclos menstruales y palpitaciones.

El tratamiento del hipotiroidismo tiene como objetivo reponer la deficiencia de hormonas tiroideas. Además de los medicamentos pertinentes, el paciente necesitará de terapia de por vida (o no ser de que el hipotiroidismo se deba a una tiroiditis viral transitoria).

Tal como se mencionó anteriormente, el hipotiroidismo puede acarrear problemas para el mantenimiento de un peso corporal sano. La deficiencia de las hormonas tiroides causará desequilibrios metabólicos que facilitarán la ganancia de peso y dificultarán su posterior pérdida.Es por tanto de suma importancia cuidarse con la alimentación, asegurándose de tener una dieta adecuada, que se ajuste a sus requerimientos particulares, tales como edad, peso, talla, contextura física, ritmo metabólico, nivel e intensidad de actividad física que realiza, entre otros.

Si bien el hipotiroidismo es controlable con el debido tratamiento médico, los problemas de peso que pudiera ocasionar pueden a su vez derivar en otras patologías, por lo cual el seguimiento nutricional es igualmente importante que la terapia médica asociada.En consecuencia, se recomienda recibir asesoramiento nutricional profesional para planificar la alimentación diaria y asegurar que el peso corporal se mantenga dentro del rango de lo saludable.

A continuación se proveerán algunos consejos nutricionales de carácter meramente orientativo para hacer frente al hipotiroidismo y mantener el peso bajo control:

·    Mantener una ingesta adecuada de yodo proveniente de alimentos tales como: rábano, leche descremada, pescados y sal comercial yodada.
·    Mantener una adecuada ingesta de antioxidante selenio, presente en alimentos tales como: nueces, pescados y lácteos.
·    Reducir el consumo de alimentos que aumentan la excreción de tiroxina: harina de soja y aceite de girasol.
·    Aminorar el consumo de  alimentos bociógenos (pueden interferir con la síntesis de las hormonas tiroideas): semilla de colza, verduras crucíferas (repollo, col de Bruselas, brócoli y coliflor) y maìz.
·    Aumentar el consumo de alimentos ricos en calcio.
   ·En líneas generales, tener una alimentación equilibrada y realizar actividadfísica regularmente. 


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