Breve reseña sobre las
causas, síntomas y tratamiento del hipotiroidismo
El hipotiroidismo es una
enfermedad de reciente descubrimiento médico. Si bien la glándula tiroides se
conoce desde 1543, recién en 1883 se comenzó a dilucidar parte de su
importancia en el funcionamiento del organismo. Sucedió que a personas a
quienes se les extirpaban bocios (tumoraciones debidas al crecimiento desmedido
de la glándula tiroides) sufrían una serie de alteraciones corporales. A la
patología asociada a la extirpación de gran parte o la totalidad de la glándula
endócrina tiroides se llamo hipotiroidismo.
Hasta aquí una breve
reseña histórica de los
eventos que llevaron al descubrimiento del hipotiroidismo.
Para entender la naturaleza de esta enfermedad (causas y sintomatología) es
preciso definir primeramente ciertos conceptos esenciales.
La tiroides es una
glándula endócrina. Cabría entonces aclarar algo más sobre este concepto.Las
glándulas son pequeños órganos situados en distintas lugares del cuerpo que
constituyen una parte esencial del sistema endócrino. Su función es secretar
sustancias denominadas hormonas que se liberan al torrente sanguíneo (de ahí el término endócrino) y
regulan funciones corporales diversas.
La tiroides se encuentra debajo
de la nuez de Adán, junto al cartílago tiroides y sobre la tráquea. La principal
función de esta glándula endócrina es la producción de las hormonas tiroideas
Tiroxina y Triyodotironina. Dichas hormonas, a su vez, controlan el
metabolismo, afectan la frecuencia cardíaca, el nivel de colesterol, el peso
corporal, el nivel de energía, la fuerza muscular, las condiciones de la piel,
la regularidad menstrual, la memoria y demás funciones.
El hipotiroidismo es una
alteración de la tiroides que ocasiona una disminución de la producción de
hormonas tiroideas. Las causas más frecuentes son:
· - Tiroiditis de Hashimoto
· - Cirugía tiroidea o tratamiento con radioyodo
· - 1 de 4000 niños nacen sin glándula tiroides
(hipotiroidismo congénito)
-Dieta deficiente en yodo (100 millones de personas en
todo el mundo)
Los signos y síntomas más
frecuentes de hipotiroidismo incluyen: piel fría, seca, áspera y rugosa,
frecuentemente con aparición de un color amarillento debido a la acumulación de
carotenos, debilidad, letargo, somnolencia, hinchazón de los párpados,
intolerancia al frío, disminución de la memoria, constipación, aumento de peso,
caída del cabello, disfonía, nerviosismo, alteraciones en los ciclos
menstruales y palpitaciones.
El tratamiento del
hipotiroidismo tiene como objetivo reponer la deficiencia de hormonas
tiroideas. Además de los medicamentos pertinentes, el paciente necesitará de
terapia de por vida (o no ser de
que el hipotiroidismo se deba a una tiroiditis viral
transitoria).
Tal como se mencionó
anteriormente, el hipotiroidismo puede acarrear problemas para el mantenimiento
de un peso corporal sano. La deficiencia de las hormonas tiroides
causará desequilibrios metabólicos que facilitarán la ganancia de peso y
dificultarán su posterior pérdida.Es por tanto
de suma importancia cuidarse con la alimentación, asegurándose de tener una
dieta adecuada, que se ajuste a sus requerimientos particulares, tales como
edad, peso, talla, contextura física, ritmo metabólico,
nivel e intensidad de actividad física que realiza, entre otros.
Si bien el hipotiroidismo
es controlable con el debido tratamiento médico, los problemas de peso que
pudiera ocasionar pueden a su vez derivar en otras patologías, por lo cual el
seguimiento nutricional es igualmente importante que la terapia médica
asociada.En consecuencia, se recomienda recibir asesoramiento
nutricional profesional para planificar la alimentación diaria y asegurar que
el peso corporal se mantenga dentro del rango de lo saludable.
A continuación se
proveerán algunos consejos nutricionales de carácter meramente orientativo para
hacer frente al hipotiroidismo y mantener el peso bajo control:
·
Mantener una ingesta adecuada de yodo proveniente de
alimentos tales como: rábano, leche descremada, pescados y sal comercial
yodada.
·
Mantener una adecuada ingesta de antioxidante selenio,
presente en alimentos tales como: nueces, pescados y lácteos.
·
Reducir el consumo de alimentos que aumentan la
excreción de tiroxina: harina de soja y aceite de girasol.
·
Aminorar el consumo de
alimentos bociógenos (pueden interferir con la síntesis de las hormonas
tiroideas): semilla de colza, verduras crucíferas (repollo, col de Bruselas,
brócoli y coliflor) y maìz.
·
Aumentar el consumo de alimentos ricos en calcio.
·En líneas generales, tener una alimentación equilibrada
y realizar actividadfísica regularmente.
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